martes, 6 de septiembre de 2011

Hay cosas que son evidentes.

Y puede que no sea primavera y tampoco esté en París, pero estoy en verano, a 35ºC grados a la sombra y abrazada bajo el mismo sitio donde una mirada, acompañada de una sonrisa, cambió todo. 
Quizás, no seamos la pareja más extraordinaria del mundo, ya que las gambas con chocolate, no entran demasiado bien, pero espero que no acaben por muy grande que sea el océano y por difícil que parezca a veces. Quiero creer que esto no tiene un final allá, en lo más profundo, más lejos de donde nuestra vista alcanza, incluso a 435434864354312 millas más. Quiero creer que ésto tiene un punto de partida pero no, un punto fijo en el cual, todo termina...




                                   
                                                     - en estos días me he dado cuenta de que verdaderamente te quiero más de lo previsto y todo me importa más de lo que pensaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario