miércoles, 5 de agosto de 2015

La cuarta vez.

Evítame las ilusiones, provocadas por tu mirada; Evita que caiga, callándote.
No podía ser y fue, no lo creía y es cierto.
No sé cuántos kilómetros, no sé cuántas lágrimas... Y, de nuevo, miles de preguntas sin respuesta.
Evita el dolor innecesario. Evítalo.