Le acariciaba su frágil rostro lentamente, con un pulso tembloroso.
La contemplaba con el miedo de saber que la podía perder, para toda la vida y susurrando le dijo:
Cuando salgamos de aquí, nos vamos a ir tu y yo 15 días a la playa y vamos ha estar todo el día en bikini, vas a ver. Añadió una sonrisa. Y nos vamos a poner morenísimas, y vamos a salir todas las noches. Sus ojos estaban repletos de lágrimas. Y vamos ha bailar lo que nos echen,dijo con una mueca. Hasta el amanecer. Una lágrima cayó de sus marrones y perfilados ojos. Apretaba sus manos conteniéndose, muchas de las lágrimas que tenía. Por favor...por favor, no me dejes tu también ¿vale?
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